Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de septiembre, 2012

Devolución

Hago todo lo que deseo. Me dedico a lo que amo. He llorado de alegría, de tristeza, de amor, de celos. Poco a poco aprendo a perdonar, a desear lo mejor para quienes me tratan mal, intencional o involuntariamente. También he pedido perdón. Me emociono como un niño por cada cosa que aprendo, que me enseñan a conocer. Me ilusiono también, por quien me da cariño, amor. Amo intensamente y como un chiquillo, como si fuera la primera vez. Y lloro inconsolablemente, porque solo así podré diferenciar la tristeza y la felicidad. No me gusta pelear más que conmigo mismo, para ser mejor cada vez. Aprendí a recibir la crítica, aún cuando duela, pero ayuda a crecer. Río, sueño, canto, escribo, actúo, creo. Hago. Miro a mí alrededor. Son pocas las personas afortunadas como yo. Son pocos los que podemos ser felices haciendo lo que queremos. Tuvieron miedo de elegir, o simplemente no tuvieron los privilegios. Gente que no trabaja en paz, y siempre busca la paja en el ojo ajeno. Gente sin brillo