Caminaba por la calle cuando de repente lo vi. Estaba igual, pareciese que los años no hubieran pasado por él. Gabriel siempre ha sido una de las personas más sorprendentes que he tenido la suerte de conocer hace muchos años, y al que no pude ver más una vez que decidió mandarse a mudar a Europa para seguir sus estudios de actuación en la Real Academia Superior de Arte Dramático.Presuroso, aceleré el paso y mientras trataba de formular en mi mente mi primer saludo, veía cómo plácidamente tomaba una taza de café en el pequeño boulevard del pasaje Olaya, en uno de los lados de la plaza mayor de Lima. - Gabriel. - ¿Sí? Soy yo. - ¿No me reconoces? Soy yo, José ¿recuerdas? Colegio Alfonso Ugarte… - Perdón, creo que se ha equivocado – me respondió fríamente. Después de mi desconcierto, cogió el diario que tenía sobre la mesa y tapó una carta que estaba escribiendo. No es la primera vez que me pasan este tipo de cosas, me dije. Sin embargo, estaba completamente seguro de que la pers...
Cuentos y artículos.